martes, junio 03, 2003

Sin voz
Si uno le deja un zapato a los Reyes Magos, ellos a cambio dejan regalos. Santaclós también deja regalitos, pero a cambio de galletas y leche. El ratón de los dientes deja dinero a cambio de dientes. ¿Hasta aquí de acuerdo?
Bien.
Entonces, ¿alguien sabe qué ser me visitó anoche, que se llevó mi voz y a cambio me dejó una tos seca, de perro -oh yeah, termina en ladridos, je- y mucha picazón en la garganta? Ya revisé completita la enciclopedia de seres fantásticos y nada, no tengo la menor idea de qué pudo haber pasado.
En todo caso, me resulta curioso que esos personajillos, tan generosos ellos, siempre se lleven algo a cambio de lo que dejan. ¿Será para conservar el equilibrio entre su mundo y el nuestro? ¿Será que pertenecen a una dimensión alterna, y que si sale algo de allá, tienen que introducir algo a cambio para que no se colapse el universo? Y entonces, ¿para qué necesitan leche y galletas y zapatos y dientes... y mi voz? ¿Será que en realidad NO son generosos, sino que traen la basura que les sobra para mantener el equilibrio, y se llevan nuestras cosas, preciados tesoros, para conquistar todas las dimensiones de algún modo que desconozco?
Lo que más me preocupa es lo de mi voz. ¿Para qué quieren ese timbre gangoso y chilletín, esa risa maniaca? ¿Será parte de un arma para derretir cerebros humanos?
(Rax se detiene cerca de dos minutos para toser y pensar).
tic...tac...tic...tac...tic...tac...
Por otra parte, puede ser una broma insulsa de las Parcas: el viernes entrevisté a Voltaire, el sábado canté a todo lo que doy (daba) en su concierto, ayer -lunes- fuimos Alberto, Chema, Eugenia y yo a un programa de radio a hablar de Fatal Espejo. Es decir, mi voz ha sido útil en estos días. O sea que... que tal vez las Parcas me están demostrando su poder:
Mira, niña: te dejamos hablar todos estos días pero de la misma forma en que somos capaces de robar tu voz un día después, así también podemos quitártela ANTES del momento clave... o algo así.
Pero entonces. ¿para qué el dolor de pecho y el cuerpo cortado? (No señores: no puede ser que me haya enfermado de nuevo: si no tiene tanto tiempo que estuvo por acá el puercoespín!).

¿Deíctico?
Francamente, con tantas ocupaciones no he tenido tiempo de ver en qué anda metido ese animalillo, aunque me parece que su corazón roto ya se curó. Por lo pronto, ayer encontré la tina recién lavada, reluciente... gracias a todos los que se lo sugirieron en la encuesta :)

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