lunes, enero 28, 2008

Fábula del pollo vivo y el pollo muerto

Cierto pollo, cierto día,
paseando se encontró
en una rosticería
a un pollo que ya felpó.

El pollo muerto gozaba
del calor y de las vueltas;
y al otro lo torturaba
un hambre aún no resuelta.

"¡Ea, pollito!", le gritó
el pollero divertido;
"si vienes acá al calor
te daré comida y nido.

Mira al que ya adopté,
subidito en el tiovivo.
Tan contento lo dejé
que ya no dice ni pío".

El pollo vivo fingió
estar entusiasmadote
pero para sí pensó:
"Me quiere hacer guajolote".

Así que voló cual pollo
(pollo vivo, por supuesto)
y se alejó en buen rollo
de aquel negocio funesto.

Aquí termina la historia,
que tiene su moraleja:
mejor es vivir sin gloria
a que te hagan pendeja.

3 comentarios:

bandala dijo...

Mmmmmm... un poema alegórico sumamente hermético.
Abrazotes.

Miguel Cane dijo...

Yo aprendí a vivir con mi paradoja, pero siento que siempre ando en la pendeja...

Besos, Sister Ray...

Ministry of Silly Walks dijo...

Vivir en la pendeja no es lo mismo que te hagan pendeja. Vivir en la pendeja es una opción de vida.
Pero si sumado a eso dejamos que nos hagan pendejas...
Mmmm... su fábula me ha hecho reflexionar.