sábado, mayo 03, 2008

Ándrés

Mi primo Andrés Morales era una oveja negra cuando yo cobré conciencia de que había otros en el mundo. Su cuarto estaba pintado de negro y escuchaba Pink Floyd cuando yo comenzaba a oir Parchís. Las tías hablaban de él entre susurros y ceños fruncidos.
Ah, pero tenía tantos libros... ¡tantos!
A mí me gustaba platicar con él. A veces se ponía en plan sabiohondo y me regañaba por no haber leído aún Cien Años de Soledad o alguna cosa de Ibargüengoitia... eso me gustaba, no me recomendaba libros para niños ni me trataba con condescendencia.
Me prestaba libros y por él conocí a Jean Genet.
Hoy, mi primo Andrés está en el hospital. Los médicos dicen que es cuestión de horas, y no hablan precisamente de darlo de alta.
Hmmm... no estoy muy inspirada para escribir.
Una disculpa

7 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, tal vez los buenos deseos a veces no son demasiado utiles (y pudiera ser que aun menos viniendo de mi que rara vez los tengo o los doy) pero de todo corazon, espero que todo salga bien para tu primo
Saludos

Bloodbat

bandala dijo...

Abrazos muy fuertes.

Ministry of Silly Walks dijo...

Que lo que suceda sea lo mejor.
Un abrazo.

Karen dijo...

Me uno a los buenos deseos. Un abrazote, Rax

Miguel Cane dijo...

Un beso y un abrazo, Sister Ray.

Si me necesita, ya sabe cómo y dónde contactarme.

M

Jonathan Minila, escritor y promotor cultural dijo...

Contigo Rax. Un abrazo

Édgar Omar Avilés dijo...

Lo mejor para tu primo. Que, sea lo que sea que haya sucedido, guarde en el fondo paz y armonía con el mundo. Un abrazote, mi estimada Rax.