viernes, julio 04, 2008

Mal, pues

Desde niña he sido gruñoncita. Sí, claro, mucho sentido del humor, muy plan Kishon/Leslu/Monty, ajá. Pero cuando me agarra el malhumor, me agarra. Y me pongo pinchona. Malaleche. Sarcástica. Mal, pues.

Me da por contestar brusco o dar golpes bajos verbales. Pongo jeta. Mal, pues.

Desde siempre he tratado de controlar ese mal hábito. Callar un rato antes de contestar, morderme las uñas antes de mandar un mail-bomba. Respirar profundo, contar del uno al diez. Pero es difícil. Cada número me pone de peor humor. Cuando voy por el siete, ya quiero gritar. En el nueve me duele la panza -mal, pues.

Hoy estoy enojadilla y es estúpido y la gente que me hizo enojar ni lo sabe. Ni le importa, seguro. Así que escribo un largo y dolido comment y luego lo borro; empiezo un largo y dolido mail y luego lo borro; empiezo este post y quito los nombres y no sé si lo voy a publicar o a borrar. Mal, pues.

4 comentarios:

El Maya dijo...

uff, que corajuda.

Sería mejor cercioarse si la ofensa se hizo con saña, antes de lanzar el ataque; bah mejor olvidalo, esta cabron saber si es culpable el tipo o no. No cometas la burrada de pegarle a la pared, porque luego duele un chingo la mano.

bandala dijo...

Sip. También a mi me pasa. La gente te pone mal con su gandallez (a veces premeditada, a veces inconciente). Y andan por ahí como la fresca mañana mientras una se transforma en la Mataviejitas reloaded... o algo peor.
Ánimo, que las nubes negras se depejen pronto. Si no, avise y la apoyamos con un par de bombas molotov, cómo de que no.

Gonzalo Lizardo dijo...

Ayer pasé por aquí para agradecer tu comentario, pero te vi de malas y preferí dejarlo para hoy ;) No te creas: sostengo que a veces, por higiene interior, debemos permitir que nuestros demonios se expresen. Además, en el último párrafo de tu post expones una terapia muy muy muy interesante para lidiar con ellos. Habrá que experimentarla.
En fin, ojalá te hayan dejado en paz los malos genios del malgenio, y ojalá puedas ir a la presentación de la revista.
¡Saludos!

Jonathan Minila, escritor y promotor cultural dijo...

Soy de la misma especie. Mal, pues.