Un mensaje fugitivo
Después de muchas horas de experimentación descubrí que los pingüinos
Con base en todos estos hallazgos, tengo al pingüino que me robé del zoo en la tina del baño. La llené de hielos y parece que quedó bien, porque al verla, el animalito aplaudió un par de veces y me dio un beso. Lo estoy alimentando con latas de atún, que de lo que come es lo más barato (y lo que trae menos efectos secundarios para su comportamiento... y para mi bolsillo, claro).
Ayer en la tarde lo saqué a pasear. Fuimos a comprar un ventilador. A la gente le dije que era mi hijo, que acababa de hacer su primera comunión y por eso el traje... Lo que me ofendió no es que me creyeran, sino que más de dos dijeron que camina idéntico a mí.
Tal vez en otra vida fui pingüino, tal vez lo soy ahora.
En todo caso, yo tengo que ir a trabajar, y él no. Y no sé qué hacer, tengo dos gatos... me dolería volver a encontrar a mi pingüino hecho falda hawaiana (estos gatos son...)
Y ni modo de llevarlo, con todos esos letreros en la calle, con fotos del pingu y un letrero que dice 'se busca' (gracias, Mergruen, por el pitazo. Si no, yo habría pensado que eran carteles de algún próximo concierto de Les Luthiers).
Mientras, saludos a todos los que se han descolgado por acá :) Que tengan un buen inicio de semana (para mí, esta semana inicia en martes)
No hay comentarios:
Publicar un comentario