miércoles, febrero 18, 2009

Los hijos del smog

1.
El libro es más viejo que yo por dos años. Lo conocí porque un alumno agradecido le regaló un ejemplar a mi mamá. Ella elegía algunos cuentos (los que pensaba que podría yo entender) y me los leía. Luego, me dejó el libro. Me acuerdo que cuando estaba en cuarto de primaria incluía algunos de los cuentitos (con crédito, por supuesto) en un periodiquito escolar que me inventé y que luego boté.
Yo pensaba entonces que era un libro presente en toda biblioteca (es decir, común, fácil de hallar, conocido por todos)... hasta que, más crecidita, quise conseguirle un ejemplar a una amiga y vi que la cosa era justamente inconseguible. ---Lo mismo me pasó con "Los sueños de la Bella Durmiente", de Emiliano González, y la antología de Jean Ray, pero ésas son otras hitorias.
Luego me di cuenta de que el autor era poco menos que enigmático: Jorge Mejía Prieto es autor de muchísimos libros, pero al parecer éste es el único de cuentos.

2.
Ayer me avisó Ricardo Bernal que había algunos ejemplares de "Los hijos del smog" en una librería de viejo (¡gracias!). Fui corriendo y compré todos los que quedaban, siete. Soy feliz. Y para no seguir con el blablableo, les dejo mejor una muestrita:

El insomne

Ya ni con el uso de los más poderosos barbitúricos lograba dormir. Desesperado, se suicidó dándose un balazo. Le velaron. Le dieron cristiana sepultura.
Como a las seis horas de estar bajo tierra, y entre la espesa tiniebla del ataúd, abrió los ojos con esa molesta rigidez que le era tan conocida en las noches sin sueño.
Comprendió que el insomnio se había reiniciado. Y que era de larga duración.


Nada

Este es un escrito completamente inexistente, que usando de la magia de lo falaz utiliza papel y palabras que carecen de verídica existencia. Y, para mejor conseguir la ficción, toma la presencia y atención tuyas, lector, que en realidad tampoco existes y no tardarás en disolverte.

Los hijos del smog, Jorge Mejía Prieto, Editorial Novaro, 1974

17 comentarios:

Maresont dijo...

Yo quiero ese libro...

Convierterte en re-vendedora, me apunto como cliente

Alejandra Mondaca / Séptimo Sentido dijo...

Buenísimos!!!

Y aprovechando el viaje... ¿que librerías de viejo me recomiendas? Humphrey Bloggart andará por aquí y lo quiero sorprender.

Un abrazo!

Cuervoscuro - Abraham Martinez Azuara dijo...

Saludos Rax:

Sobre el libro de Julio Coll, si me interesa cuando menos en electrónico.
Gracias por avisar.
¡Lo he buscado en librerías de segunda mano de Torreón, Tampico y Monterrey y nada!

AC Uribe dijo...

Antes de desaparecer, yo también mando un abrazo... Ya casi para darse en vivo!

José Luis Zárate dijo...

Curioso, lo mismo me pasó con el libro "Los ojos del Ciclope" de Alfredo Cardoña Peña, plagado de minicuentos. Un tesoro propio, que el ocasiones me imaginaba que sólo yo conocía, y que era un libro secreto, un misterio compartido por unos cuantos, un conclave de iniciados en el misaterio. Hasta que me enteré que el 99% de las ediciones en México son secretas.

Unknown dijo...

¿Y veremos más cuentos de Mejía Prieto por aquí? :)

José Candás dijo...

Hola Rax, tanto tiempo.
Yo también quiero un librito si fuera posible.
Aprovecho para invitarte a un bonito blog: http://republicacainita.blogspot.com/
En él me he tomado la libertad de incluir un link a está página tuya tan solemne. Espero tus visitas, y las de Alberto también.
Te mando un beso.
Pepe Candás

Rax dijo...

Maresont:
¿Dialtiro así, revendedora? :)

Rax dijo...

7mo:
Todas las de Donceles. Son una chulada :)

Rax dijo...

Abraham:
Más bien sería una fotocopia, que te enviaría a una dirección postal (física). ¿Va bene?

Rax dijo...

Cin:
¿Vienes? ¿Cuándo? ¡Qué gusto!

Rax dijo...

Z:
¿Intercambiamos fotocopias?

Rax dijo...

Alberto:
Puequesí :)

Rax dijo...

José:
Si pusiste allá que acá es solemne, cuando los lectores de allá vengan acá se van a decepcionar: somos tan poco solemnes los de acá, que ni siquiera hacemos honores a la bandera los lunes (ni ningún otro día).
Pero gracias por ligar la liga y ya estaré visitando.

Édgar Omar Avilés dijo...

Uy, el libro es una de-li-cia. Historial realmente sorprendentes y escritas con un estilo lleno de fuerza y frecura. La Casa sin Amarras (la casa que se va volando) La Bola (la bola que cambia de colores), Teleneurosis (la televisión que trasmite lo que quiere) o La Cacería (donde el avioncito de feria es una trampa) me encantaron. Muchas gracias, Rax. Un abrazote.

Nigel dijo...

¿Aún te quedan libros? ¿O ya en pdf? Lo leí en 1975 y me gustó, pero es en los últimos meses que he querido conseguirlo. Avísame...

Fernando lector dijo...

Saludos Rax:
Ando buscando ese libro desde hace mucho tiempo. Lo tuve alguna vez, pero desapareció, tal vez prestado a un mal amigo.
¿Podrías proporcionarme fotocopias o un archivo PDF?
Recuerdo un cuento, creo se llamaba "El Histrión" y recuerdo otro en el cual hablaba de una lámpara de piel con un número tatuado, el de una víctima del holocausto.
Yo tengo otro de Editorial Novaro de esa época. Es de Sergio Golwarz. Se llama "Cuentos para Idiotas" y es muy bueno. Si te interesa me avisas.

Fernando